En el interior de nuestro cuerpo existe una red de protección tan extraordinaria como compleja. Cuando esta red se ve alterada o no funciona correctamente, pueden surgir problemas para nuestro organismo. Para contrarrestar su debilitamiento, es decir, la capacidad de respuesta o reacción inmunitaria, es indispensable intervenir de forma adecuada. En esta situación, el mundo vegetal puede aportar una valiosa contribución. Desde la equinácea hasta el ribes nigrum, pasando por el poder de los aceites esenciales y la profundidad de acción de los extractos de células madre vegetales, la naturaleza ofrece numerosas fuentes para el bienestar inmunitario.